CRISIS ELÉCTRICA: El Niño, un fenómeno climático relacionado con el calentamiento del Pacífico oriental ecuatorial con ciclos de entre tres y ocho años, es hoy en día una de las grandes preocupaciones del Gobierno.
Y es que si no se toman acciones
apresuradas y urgentes podría colapsar el servicio eléctrico a principios del
mes de abril y dejar sin
suministro de luz al 70% del territorio nacional, según
advirtió el ministro de Energía Eléctrica y presidente de Corpoelec, Luis Motta
Domínguez.
Pero, ¿es realmente culpa de El Niño la
posibilidad de una crisis eléctrica?. El problema central es que en Venezuela
consume más energía eléctrica de la que genera, pero además genera menos de la
que se podría con la capacidad instalada.
Las plantas termoeléctricas que fueron
inauguradas antes del decenio de Chávez han experimentado innumerables
contratiempos operacionales por falta de mantenimiento en los últimos años y la inversión de más de 4.900 millones
de dólares hoy se transforman en sal y agua. Por si fuera poco,
la central hidroeléctrica Simón Bolívar (Guri) está a 5,5 metros del colapso. Su
embalse, el cuarto lago artificial más grande del mundo, desciende
aceleradamente su volumen producto de tres factores: la mala administración del
recurso hídrico, la indisponibilidad de generación en el parque térmico y la
sequía.
Ante este panorama solo se han dictado
dos medidas: reducir las jornadas a los trabajadores públicos y recortar el
horario a los centros comerciales de 12:00 m a 7:00 pm.
CRISIS DE SALUD: Se calcula que la escasez de medicamentos actualmente es de 80%; aunado a la falta de mantenimiento de equipos médicos y a la rápida reproducción de epidemias, 2016 no pinta nada favorable para el país en este tema. La escasez de medicamentos y de equipos médicos, así como el deterioro de los hospitales públicos, ha puesto en peligro la salud de los venezolanos, incluso, muchos ya lo han pagado con su vida. Aunque el Ejecutivo Nacional aseguró que la nación tiene el mayor consumo per cápita de medicamentos, conseguir una caja de acontecimiento se ha vuelto un calvario, esto por solo dar un simple ejemplo.
El caso se agrava en los pacientes con
enfermedades crónicas.
Al menos 16 principios activos de los 26 fármacos más importantes para tratar a
pacientes con cáncer escasean en los anaqueles del país y día a
día son más frecuentes los anuncios de servicio público en las redes sociales
venezolanas.
Por su parte, la Asamblea Nacional en
el pasado mes de enero declaró una Emergencia Humanitaria en esta materia y
activó una iniciativa para que Venezuela pueda acceder al Fondo
Rotatorio-Estratégico de Medicinas de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), que brinda medicamentos subsidiados para atender situaciones de
emergencia.
Sin embargo la medida fue pasada por
alto y el Ejecutivo
Nacional se ha negado a solicitar el acceso a dicho fondo,
único requisito para activar este plan. Mientras tanto, organizaciones médicas,
gremios, empresas de producción y distribución de medicamentos aguardan a que
el Gobierno declare la emergencia en salud y se cancelen las deudas a los
proveedores, este último factor principal responsable de la escasez.
CRISIS ALIMENTARIA: Las desoladas imágenes de los principales puertos del país y los constantes saqueos, arrojan un diagnóstico de cómo serán los siguientes 366 días. Con el correr de las semanas, las colas por abastecer de alimentos las neveras venezolanas son cada vez peores. Producto de los innumerables controles, entre ellos el de precios que los fija por debajo del valor del mercado, Venezuela arrastra desde hace años una aguda y cada vez más acentuada escasez de alimentos que, según diversas encuestas, está entre el 50 y 60% de los productos básicos.
Por su parte, los empresarios
coinciden en que la deuda que acumulan con los proveedores en el exterior por
importaciones no liquidadas es el principal obstáculo que enfrentan para
normalizar la producción y el abastecimiento.
Hasta el momento la situación para
empresarios y productores sigue igual, mientras las compañías ha manos del
estado, 293 en total, no han aumentado su capacidad productiva y el Gobierno
exige que las cadenas privadas a despachar entre el 30 y 100% a las redes de
Mercal, Pdval y Bicentenario.
Los distintos grupos empresariales
estiman que la escasez de alimentos en Venezuela se ubica entre 50% y 80%,
dependiendo de los rubros, responsabilizando al Gobierno de la gravedad de esta
situación por su alta cuota de participación en la capacidad instalada para la
producción nacional.
Tal es el caso del café, donde el 70% de las procesadoras están en sus manos. Por dar otros ejemplos, el Estado es dueño del 50% por ciento de la capacidad instalada de pulverización de leche, del 55% de la capacidad instalada para la producción de harina de maíz precocida y de 10 de los 16 centrales azucareros del país, y produce sólo el 20 por ciento mientras que los 6 privados producen el 80 por ciento restante.
CRISIS ECONÓMICA: La situación económica del país es extremadamente grave. Los indicadores económicos son alarmantes y las firmas internacionales aseguran que Venezuela está en puertas de un default. Según cifras del Banco Central de Venezuela 2015 cerró con una inflación de 180%, la más alta del mundo, y la proyección para este año es superior. En cuanto al déficit fiscal se ubica en dos dígitos por quinto año consecutivo y la impresión de moneda inorgánica se aceleró a principios de 2016, con la llegada de dos aviones cargados con billetes de Bs. 100. Por su parte, el Producto Interno Bruto cayó -7,1% y se estima que descienda al menos 7 puntos más en los siguientes 12 meses. El panorama es igual para las reservas internacionales que cerraron la semana en 13.501 millones de dólares estadounidenses (USD), su punto más bajo en 17 años.
A
ello se le suma la fuga de capitales más elevada del planeta pese al control de
cambio impuesto desde 2003, la
reciente devaluación de la moneda y el aumento de 600% de la gasolina. Al
cumplirse 17 años de un modelo económico rentista petrolero, con pocas
modificaciones y muchas restricciones,
en 2016 Venezuela tendrá que pagar unos 9.500 millones de dólares,
entre vencimientos e intereses de deuda externa, lo que representa más de la
mitad de sus reservas.Todo esto solo como abre bocas, luego de las precarias
medidas económicas y el Estado de Emergencia anunciado por Nicolás Maduro, tras
perder las elecciones parlamentarias el 6 de diciembre.
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