La crisis económica en Venezuela Al analizar críticamente la economía
venezolana, debemos entender que ésta es apenas una fracción de un proceso
mundial de acumulación de capital que la determina
de manera específica. Por ende, su devenir económico está más ligado al
movimiento cíclico de la acumulación de capital a escala mundial, que a la
astucia o impericia de las políticas económicas que los gobiernos ejercen, como
lo creen la generalidad de los políticos e ideólogos. Lo anterior no implica
que la superestructura (el estado, primordialmente) sea un sujeto pasivo en el
proceso de acumulación. Como bien decía Engels, el estado puede ejercer
políticas que estimulen el proceso de acumulación de capital o inventar
propuestas que depriman severamente este proceso.
El
ciclo económico en Venezuela se puede observar en su manifestación más sencilla
y evidente: en las variaciones interanuales de su Producto Interno Bruto (PIB).
En el gráfico uno podemos observar una fuerte desemejanza en el ritmo de crecimiento de la
economía. Enérgicos ciclos de auge y caída determinan la movilidad extrema de
la producción, que refleja una feroz volatilidad en los precios del petróleo.
El preciado hidrocarburo constituye el 95 % de las exportaciones en los años de
auge en los precios (2012) y cerca del 65 % en los años donde el precio del
petróleo es considerado bajo (1998), es decir, donde la renta es exigua y el
negocio petrolero ofrece una ganancia similar a la de una producción industrial
normal.
Gráfico 1, evolución del PIB en
Venezuela (1950-2015)

En el gráfico 1 también se denota que
los ciclos recesivos de la economía empiezan a sucederse a partir de la década
de 1980, donde parece que la “edad” de oro económica de Venezuela ha llegado a
su fin. Los primeros años de ésa década mostraron la vigorosa influencia de la
llamada “crisis de la deuda” que ahogó a muchos países y que se manifestó con
una profunda caída en los índices de precios de los commoditties, ello redujo los ingresos
por exportaciones y los hizo entrar en defaults
a muchos de ellos.
La crisis política en Venezuela se
desató en octubre de 2016 cuando al menos seis tribunales penales inferiores
estatales venezolanos declararon nulos los procesos previos de recolección de
firmas en sus estados. Como consecuencia, el Consejo Nacional
Electoral declaró el cese de la realización del referéndum nacional para la remoción de Nicolás Maduro de la presidencia de Venezuela, siguiendo dictámenes previos del Tribunal Supremo
de Justicia.
La oposición venezolana, a través de la Mesa de la Unidad Democrática,
anunció en reacción una manifestación pacífica a nivel nacional, denominada
«toma de Venezuela», a realizarse en todo el país a partir del miércoles 26 de octubre de 2016 y con duración indefinida. Finalmente,
la oposición anunció la «Marcha a Miraflores» a realizarse el jueves 3 de noviembre de 2016 concentrada en Caracas en el Palacio de Miraflores.
Asimismo, la Asamblea Nacional venezolana,
que había sido declarada en «desacato» por el Tribunal Supremo de Justicia de
Venezuela, declaró la «ruptura del orden constitucional» en Venezuela en sesión
extraordinaria.25 26 El 25 de octubre, la Asamblea Nacional debatió la
posibilidad de llevar a Maduro a juicio político por su responsabilidad al
adoptar la decisión del tribunal inferior, y su aplicación como decisión
nacional para suspender el referéndum revocatorio.27 28 A pesar de que la Constitución no
otorga esta facultad al poder
legislativo
Suspensión del referendo revocatorio: El
20 de octubre de 2016, el Consejo Nacional
Electoral (CNE) venezolano suspendió, hasta nuevo aviso, la
recolección de las firmas correspondientes al 20 por ciento de los inscritos en
el Registro Electoral nacional para solicitar el referéndum revocatorio contra
el mandato del presidente. Esto se debió a que cinco diferentes tribunales de
los estados de Carabobo, Aragua, Bolívar, Monagas y Apure dictaminaron de manera paralela la
anulación del primer proceso de recolección de firmas para el referéndum. El
21 de octubre, lo mismo hizo el tribunal penal del estado de Zulia.
El Tribunal Supremo
de Justicia de Venezuela había dictaminado que la recolección de
firmas se realizaría por estado. Por lo que se debía reunir el monto requerido
en todos y cada uno de los estados. Al mismo tiempo, el Tribunal Supremo de
Justicia sentenció que, la falta de recolección de ese porcentaje en cualquiera
de las regiones del país, haría inválida la convocatoria del referendo
revocatorio presidencial.
La crisis
social en Venezuela Los
Más de 30 mil venezolanos que el fin de semana cruzaron la frontera colombiana
tras la decisión del gobierno de Nicolás Maduro de reabrirla tras casi un año
cerrada volvió a dejar en evidencia el desabastecimiento y la grave crisis
humanitaria que vive Venezuela. Los habitantes de la ciudad de Ureña se
volcaron en masa a los negocios y supermercados de la vecina localidad
colombiana de Cúcuta, no para comprar lujos sino en su mayoría productos
básicos, alimentos y medicinas que hoy es imposible encontrar en territorio
venezolano. Este país carece hoy de cerca del 80% de los suministros médicos
básicos, como antibióticos, guantes quirúrgicos y gaza.
El gobierno venezolano ha insistido
que no existe una crisis humanitaria e incluso el gobernador del estado
venezolano de Táchira aseguró que lo sucedido el domingo pasado fue un “show
mediático de la oposición”. Ello pese a que varios organismos no
gubernamentales como Human Rights Watch y ex presidentes de la región como el
colombiano Andrés Pastrana han insistido sobre la crítica situación que vive el
país tanto por la falta de acceso a medicinas como a alimentos básicos. Un
reciente informe del Observatorio Venezolano de la Salud sostiene incluso que
la escasez alimentaria en el país aumentará las enfermedades crónicas en la
población.
Frente a este panorama seguir
insistiendo por parte de las autoridades venezolanas en la supuesta “guerra
económica” o el “boicot internacional” sólo contribuye a elevar la tensión en
el país. Ese camino conspira contra la solución de los problemas e incluso
termina agravándolos. Desde principios de año, seis empresas multinacionales
abandonaron Venezuela ante las crecientes restricciones económicas, el control
cambiario y la inflación, que este año podría superar el 400%. Un escenario que
sumado al rechazo a avanzar hacia un referendo revocatorio que ayudaría a
descomprimir la crisis sigue elevando el riesgo de un estallido social.
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